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[ѕαи]*

Poema2

Abdicación
                                     

Tómame, oh noche eterna, en tus brazos  y llámame hijo tuyo.

Soy un rey  que voluntariamente abandoné  mi trono de ensueños y cansancios.

Mi espada, pesada en brazos flojos,  a manos viriles y calmas entregué;

y mi cetro y mi corona  los dejé  en la antecámara, hechos pedazos.

Mi cota de malla, tan inútil,  mis espuelas, de un tintinear tan fútil,

las dejé en la fría escalinata.  Me desnudé de realeza cuerpo y alma.

Y regresé a la noche antigua y calma  como el paisaje al morir el día. 

 

En aquest poema remarco com Pessoa

utilitza una gran sinceritat. S'entrega

totalment.

Trobo que en una poesia és realment

molt màgic si es troba sinceritat a les paraules.

1 comentario

David Cos -

Penso que hauries de corregir bé aquesta entrada. Fixa't com hem escrit el nom de l'autor. Ai, les presses, que són males companyes!